Wednesday, July 13, 2011

EL PICACHO DE TURMERO II

El Picacho de Turmero, ubicado en el municipio Santiago Mariño, con una altura de 954 metros sobre el nivel del mar, esta gran montaña se encuentra al este de la capital y desde Turmero se puede subir por tres zonas principalmente, la primera por la parte izquierda por las áreas verdes que quedan detrás del liceo Ramón Bastidas, la segunda, por el centro, por detrás del ambulatorio de Turmero; por la vía que lleva al tanque de agua y la ultima, por la derecha por la urbanización Valle Fresco.

Vamos primero a describir el segundo tramo de la subida al picacho: ya estando en la zona conocida como “la escalera” se continua el ascenso por una trocha muy erosionada y muy empinada y es en este trayecto donde nos vamos a tardar mas ya que es el de mayor dificultad por su grado de inclinación (entre 30º y 40º); esta zona la llaman “La Pared” y con mucha razón ya que a pesar que es un trayecto relativamente no muy largo, es el que requiere de mayor esfuerzo físico de todos.

Luego de pasar “La Pared” llegamos al trayecto mas bonito ya que a pesar que continuamos el ascenso ya las subidas no son tan inclinadas y los tramos no son tan difíciles y la subida se convierte en un paseo por una trocha rodeadas por gramíneas y arbustos, hay mucha brisa, el clima es mas benigno y los paisajes son extraordinarios, bien vele el esfuerzo de llegar hasta allí.

Finalmente lo que queda caminar es un trayecto por una trocha muy estrecha con algunas enormes piedras de un lado y un gran precipicio del otro (a pesar que no representa mucho riesgo, hay que hacer esta parte con mucho cuidado, un resbalón puede ocasionar un accidente) y se llega a la base de la cima la cual se termina de escalar por una trocha ancha y muy inclinada y se escoge, el punto mas adecuado para terminar de llegar a la cima, en ella conseguimos rocas de gran tamaño una cruz y una bandera nacional. Desde aquí tenemos una vista de 360º y podemos ver desde el lago de Valencia, la laguna de Taiguaiguay, y Zuata, las ciudades de Maracay, Cagua, Santa Cruz y por supuesto todo Turmero y sus zonas aledañas.

Para todas las personas que subimos el picacho nos representa distintas cosas; pero en general lo que se busca es salud, físico y esparcimiento; Normalmente en las bajadas o subidas nos conseguimos con personas que harán este recorrido solamente una vez, así como otras que siempre las vemos los fines de semana y uno ya los conoce y a la larga comienza a interactuar y a saber y a conocer a las personas que suben el cerro con frecuencia y se vuelven personas conocidas, como por ejemplo una señora ya muy mayor con mas de 70 años que siempre subía muy lentamente, con su mascota una perra collíe y que con el tiempo se le enfermo y ya no la vimos mas por allí, el anciano de 83 años que nos causaba asombro por que no fallaba ningún domingo y así estuvo hasta que ya no subió mas, alguien al tiempo me comento que había fallecido, también esta la historia de unos perros que fueron abandonados en el cerro y que siempre acompañan a las personas cuando suben y luego a otras al bajar, (a mi me han acompañado en un par de ocasiones), circula también una información, que mas bien parece una leyenda urbana que cuenta la historia de una persona que se ahorco en un árbol muy frondoso en la zona de la pared y los policías que tuvieron que subir para hacer el procedimiento legal se quejaban amargamente del por que no se ahorco en alguna parte mas baja del cerro; y así se van acumulando las historias y anécdotas de los que por allí subimos y disfrutamos de tantas cosas que el cerro nos ofrece y que solo pide una cosa, que no lo ensuciemos y recojamos los desperdicios que veamos, de esa manera se conservara para el disfrute de todos y de las generaciones por venir.


Tuesday, July 12, 2011

EL PICACHO DE TURMERO I


Luego de la fundación del pueblo de Turmero, me preguntaba cual debía ser el siguiente articulo a escribir; casi de lógica debería ser algo tan viejo como el pueblo y que todavía estuviera en pie; pensé yo, estas reflexiones las hacia mientras subía el cerro El Picacho el domingo en la mañana temprano, y claro, por supuesto, que mas viejo que los cerros? Estaba exactamente sobre mi siguiente artículo.

Este cerro estuvo allí como testigo mudo de toda la historia de estas tierras; cuando llegaron las primeras tribus de indios; cuando llegaron los primeros Europeos, cuando se procedió a fijar el sitio para la construcción de la primera iglesia, de su plaza, de su cementerio, y hasta sea muy probable que los fundadores Gabriel de Mendoza y Pedro Gutiérrez, hayan escogido el sitio indicado tomando en cuenta entre otros factores la ubicación cercana de este cerro. Igualmente vio crecer el pueblo y seguramente cerca o sobre él mismo se libro alguna escaramuza de guerra en la época independentista y finalmente vio como de pueblo se transformaba en una ciudad y como crecían a su alrededor edificios y urbanizaciones, y una gran explosión demográfica de finales de siglo XX. Este gran cumulo de personas con diversas necesidades de servicios públicos, de alimentación, y diversión y esparcimiento vieron en este cerro un medio para ejercitarse, y relajarse de las actividades cotidianas y del stress diario.

Por este cerro desfilan diariamente muchas personas, pero especialmente los fines de semana suben muchos deportistas que entrenan sus músculos y desarrollan su capacidad pulmonar, muchas otras personas entradas un poco en años para mantenerse bien de salud y principalmente familias con sus hijos que les sirve como un paseo para tener un día distinto, ya que lamentablemente son pocas las opciones que hay de entretenimiento y diversión a menos que uno salga un día de playa a las costas Aragüeñas o ir a los distintos centros comerciales que hay en Maracay.

Son las seis de la mañana de un día domingo y suena el despertador, me levanto y tomo un baño rápido, mis shorts una franela fresca, mis zapatos deportivos y una Gorra componen mi atuendo y salgo a caminar desde La mantuana hasta las faldas del cerro El Picacho y comienzo a subir por la vía que da hacia el tanque de agua por detrás del ambulatorio de Turmero. La subida del picacho tiene básicamente dos partes, la primera que es hasta donde llaman la escalera, que es donde llegamos la mayoría ya que el grado de dificultad de las subidas son mas suaves y la segunda parte desde las escaleras hasta la cima; que es la parte mas empinada del recorrido, el recorrido hasta la cima paseando, se puede hacer en una hora y media a dos horas.



La primera subida es un callejón amplio un poco empinado hasta el tanque de agua construido en los años 70 lo cual hace que comiencen a calentarse los músculos de las piernas; en la meseta donde esta el tanque de agua se empareja el terreno y mientras caminamos podemos recuperar el aliento.




La siguiente subida es ya por una trocha bastante empinada y muy erosionada por el agua y es donde comienzan a doler los músculos, rápidamente se empareja y caminamos al lado del precipicio y nuevamente comienza un subida fuerte hasta una mata de cují muy frondosa que llaman el árbol de los novios, (muy adecuado el nombre).

Caminamos un rato y comienza la primera loma que es rocosa lo cual se asemeja a subir las escaleras de un edificio y es donde desaparece el dolor de los músculos de las piernas, llegamos a la cima bajamos un poco y comienza la subida de la segunda loma la cual es un trayecto mas corto subiendo, pero mucho mas largo bajando y también con muchas rocas.

Al terminar de bajar la segunda loma nuevamente comienza el ascenso de la tercera loma que es mas larga que la primera y la segunda y con algo de rocas en algunas partes de su recorrido, al termino de esta tercera loma solamente tenemos un pequeño trayecto que se empareja que solamente nos da tiempo a recuperar un poco el aliento.



Finalmente viene una subida no muy inclinada pero si mas larga que concluye en la zona conocida como las escaleras, donde alguien construyo un tramo de cuatro o cinco peldaños de escaleras de dos metros aproximados de ancho en cemento, (no me imagino como llevarían los materiales hasta allí).Y aquí termina la primera parte del ascenso al picacho.

Monday, June 20, 2011

FUNDACIÓN DE TURMERO

Actual ubicación geográfica de Turmero

Cuando pensé hacer este blog sobre mi pueblo de Turmero, pensé que seria más sencillo, mi idea era dejar un registro grafico y escrito; tomando fotos de cada calle o zona del pueblo y dando una pequeña o larga explicación; dependiendo de la información que pudiera conseguir de dicha zona o calle; pero al comenzar el proyecto me di cuenta que no era tan fácil, por ejemplo el primer post pensaba que debía ser de la fundación del pueblo; pero cuando busco información sobre la fundación, me consigo que no es solamente una fecha también hay un motivo para fundar un pueblo en las posesiones españolas en las Américas; pero al leer el motivo inicialmente no lo entendía, habían motivos económicos, sociales, políticos inclusive religiosos para fundar un pueblo en esa época, así que seguí investigando y los motivos no se circunscribían al ámbito meramente de un pueblo, era mucho mas dependían de una zona de influencia, dependía de unos encomenderos, del control de una zona o el control de un territorio.

“Antiguamente, se llamaba encomendero al que por Merced Real tenía indígenas encomendados en cualquiera de las colonias españolas de América y Filipinas. El encomendero era la cabeza de parte de una institución colonial llamada encomienda. El encomendero tenía, en primer lugar, numerosas obligaciones, como la de enseñar la doctrina cristiana y defender a sus encomendados, así como defender y ayudar a multiplicar sus bienes”. Tradicionalmente, el encomendero era una persona con una enorme autoridad y poder en la sociedad colonial, pues las cantidades de tierra dadas para las encomiendas solían ser muy grandes y de gran productividad. Los indígenas encomendados tenían la labor de trabajar la tierra y producir. Es por ello que muchas veces se habla de cierto tipo de esclavitud. Si bien es cierto que existieron múltiples abusos en este sistema de producción, el concepto de encomienda negaba dicha esclavitud y cualquier tipo de explotación”. (1)

Entonces tenemos que el encomendero tenia por mandato real unos beneficios como eran la propiedad de las tierras, el poder enriquecerse con la producción de las mismas y servirse del trabajo de los indios encomendados en sus tierras; pero además tenia obligaciones con la Corona y con la iglesia y una de esas obligaciones era la de enseñar la doctrina cristiana; pero esto muy poco o nada se cumplía debido a que no habían ni iglesias ni párrocos suficientes para los extensos territorios en que se tenia que adoctrinar a los indios; por lo cual la Corona si se beneficiaba con los tributos pero la iglesia no recibía nada y de la misma forma perdía influencia política. Por eso para entender las fundaciones de la mayoría de los pueblos en la América hispano parlante en la época de la colonia; tenemos primero que entender los motivos políticos, económicos y religiosos, que dieron base jurídica a estas fundaciones

Por lo cual como puede hacer la iglesia para tener mayor influencia en tierras Americanas y controlar que los encomenderos no cometan abusos con los indios? La respuesta era tener iglesias en todas esas Zonas donde estaban los encomenderos asentados; pero para tener iglesias primero se tenían que fundar los pueblos y jurídicamente para fundar un pueblo tenia que intervenir el poder político y el poder Religioso y es allí donde entra a jugar un papel importantísimo LA REAL CEDULA que el Rey de España Felipe III dirigió al Obispo de Caracas Gonzalo de Angulo el 10 de Agosto de 1619.

“El 10 de Agosto de 1619 el Rey de España Felipe III, desde Lisboa, entonces Ciudad española, dirigió al Obispo de Caracas Gonzalo de Angulo una Real Cédula. En ella el Monarca se quejaba ante el Obispo de que las autoridades civiles de la provincia de Venezuela no cumplían sus órdenes, “aunque tengo proveído y mandado”. Específicamente el rey hacia hincapié en que no se fundaban pueblos en aquellos lugares donde desde hacia tiempo se habían establecido encomiendas. Decía su majestad “Demorando y poblando los indios de cada encomienda, como porque la codicia de los encomenderos crece de manera que el tratamiento que les hacen es como a esclavos”. En tal sentido el Rey encargaba al Obispo Caraqueño que tomara el grave asunto en sus manos porque “el acudir al bien de las almas de estos naturales es propio de vuestro oficio pastoral, os ruego y encargo que cumpliendo con vuestra obligación, tratéis del que fuera mas eficaz y conveniente para ello”.(2)

El obispo Gonzalo de Angulo le notifica al Gobernador Francisco de la Hoz Berrios, máxima autoridad política en la provincia de Venezuela, sobre los deseos de su majestad y ambos nombran de inmediato sus representantes para dirigirse a las zonas donde habían encomenderos para cumplir con las ordenes del Rey; el Obispo nombra a su vicario Gabriel de Mendoza, y el Gobernador al teniente general Pedro Gutiérrez de Lugo, ellos llegan a Turmero el 27 de noviembre de 1.620 y estudian el lugar para escoger el mejor sitio donde se construiría la iglesia, la casa del cura doctrinero, una plaza mediana y el cementerio al lado de la iglesia. Y con este acto Religioso y Jurídico quedo formalmente fundado el pueblo de Nuestra Señora de la Consolación del Valle de Turmero y la orden para los encomenderos de colaborar en la construcción de la futura iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria. Es importante resaltar que los mencionados funcionarios recorrieron en su viaje las encomiendas de los valles de Aragua y fundaron además de Turmero, tres (3) pueblos mas: La Victoria el 18 de Noviembre de 1.620, Cagua el 26 de Noviembre de 1.620 y San Mateo el 30 de Noviembre de 1.620.

Aclaratoria: En los documentos inéditos de Manuel barroso habla en relación a la fundación de Turmero, sobre la Real cédula que Felipe II emite el 10 de Agosto de 1.619; sin embargo Felipe II muere en 1.598, por lo tanto esta real cédula debió ser emitida por su predecesor el rey Felipe III.

(1)http://es.wikipedia.org/wiki/Encomendero


(2)BARROSO ALFARO, Manuel, Turmero en los documentos inéditos, Editorial Exlibris Caracas 1988, Parte I Pág. 13